Alejandro Melo-Florián MD., FACP., Especialista en Medicina Interna –
Universidad Javeriana - Colombia
Neuronutrición y Educación
Resumen: La neuronutrición es un
tema novedoso, surgido del progresivo conocimiento con motivo de la década del
cerebro. En las Américas todavía existe el problema nutricional de anemia por
carencia de hierro, no hay expectativas que sea superado en el 2015 y es uno de
las puntas de iceberg de la desnutrición, que de acuerdo a UNICEF causa más de
una tercera parte de las muertes infantiles en menores de 5 años. El déficit de
hierro afecta cerca de 2000 millones en el mundo y cerca de 77 millones en
Latinoamérica y el Caribe, este es un problema grave porque cuando ocurre en
los primeros dos años altera el proceso de mielinización, procesos normales de
funcionalidad dependientes de neurotransmisores como GABA, dopamina, que tienen
implicaciones en l esfera conductual y del aprendizaje. La importancia del
déficit de hierro en los primeros 2 años se debe a la elevada tasa de crecimiento
del tejido nervioso durante este período, mayor que en cualquier otro período
del desarrollo. Para evitar desnutrición neonatal se procura implementar la
lactancia materna (LM) para favorecer la mejor plasticidad cerebral con el fin
de coadyuvar al proceso epigenético de aprendizaje que permitirá el mejor desarrollo
psicosocial del individuo. Los niños con LM suelen tener mayores puntajes de IQ, razón
adicional para promoverla en la población. Si no posible LM, debe haber suplementación con hierro en la dieta del
lactante. Otros nutrientes como ácidos grasos poliinsaturados omega-3 aportado
por linaza, nueces, salmón, caballa, son importantes para mantener la
homeóstasis del sistema nerviosos, con el mayor contenido de lípidos del
organismo. Los omega-3 ayudan a regular función del SNC, de hígado y músculo
por vía de receptores IGF, que a nivel neuronal favorecen la plasticidad
sináptica ligada al aprendizaje. Bajo omega-3 en dieta puede resultar en mayor
riesgo de patología cardio y cerebrovascular. Por otra parte, los alimentos
funcionales (AF) aportan componentes biológicamente activos, como minerales,
fibra, fitoquímicos, probióticos, entre otros. En estudios grandes, los AF
mejoran memoria episódica, verbal y función ejecutiva. Una ingesta elevada de carbohidratos
altera señalización normal de dopamina, produciendo conductas alimentarias
anormales de buscar más carbohidratos, con mayor riesgo de obesidad y síndrome
metabólico. Otras estrategias de optimizar neuronutrición incluyen tomar
desayuno, rico en proteínas, beber abundante agua durante el día, esto mejora
p.ej. memoria a corto plazo en escolares, evita descompensación de cuadros
demenciales en ancianos. Se han identificado otros alimentos con efectos
benéficos en mejoría de facultades cognoscitivas, en reducción de amiloide,
antioxidantes, incluyen arándano, azafrán, té verde, vino tinto, Ginkgo biloba, tomate, grosella espinosa
india, verduras, que pueden ayudar a evitar deterioro cognoscitivo como el de
Enfermedad de Alzheimer. Es necesaria una conducta cauta con las bebidas
energizantes, puede estimular alcoholismo en adolescentes, generar cuadros de
hiperactividad en niños. Es importante conocer nuevas disciplinas como
nutrigenómica y nutrigenética, para proveer el mejor consejo nutricional al
público en general. La neuronutrición es uno de los pilares de conservar el
cerebro, junto con ejercicio, actividad intelectual y descanso.
Palabras claves: Neuronutrición,
Lactancia Materna, Hierro, Omega-3, alimentos funcionales.
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